BRICS vs. el dólar: ¿una nueva moneda global en el horizonte?

Mientras los BRICS estudian alternativas para reducir su dependencia del dólar, la creación de una moneda común enfrenta obstáculos políticos, económicos y técnicos. Trump advierte con aranceles del 100 %, pero el plan sigue en una fase preliminar.
Entre las economías emergentes más dinámicas del siglo XXI, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ahora ampliados con Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos) buscan reducir la influencia del dólar estadounidense en el comercio global, donde domina casi el 80 % de las transacciones. Esta dependencia otorga a Estados Unidos ventajas económicas y geopolíticas, incluyendo la capacidad de imponer sanciones con gran alcance.

En las recientes cumbres del bloque, se planteó nuevamente la idea de una moneda BRICS para el comercio, posiblemente basada en una cesta de divisas o materias primas. Sin embargo, las diferencias económicas entre los países, como el peso dominante de China frente al déficit comercial de India, complican los avances hacia un consenso.

El expresidente Donald Trump ya ha advertido que, si regresa a la Casa Blanca, impondrá aranceles del 100 % a los países BRICS si avanzan con una moneda alternativa. Pero expertos y el propio Gobierno sudafricano aclaran que el proyecto está lejos de materializarse, destacando que las recientes reuniones solo acordaron promover el uso de monedas locales en el comercio.

Una moneda común requeriría una arquitectura compleja, similar a los Derechos Especiales de Giro del FMI, o una moneda digital. Por ahora, la amenaza de Trump parece prematura y podría agravar las tensiones comerciales, con efectos inflacionarios globales y una posible ralentización económica.

El desafío al dólar es un tema que, aunque inquietante para Estados Unidos, todavía está en sus primeras etapas.