Caso 'Los Cuatro de Guayaquil': Retraso en la reconstrucción de los hechos evidencia fallas en seguridad y justicia
El aplazamiento de la reconstrucción de los hechos en la desaparición y asesinato de los cuatro niños de Guayaquil expone la ineficiencia en la investigación y la falta de respuestas sobre la actuación de las Fuerzas Armadas.
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El aplazamiento de la reconstrucción de los hechos en la desaparición y asesinato de los cuatro niños de Guayaquil expone la ineficiencia en la investigación y la falta de respuestas sobre la actuación de las Fuerzas Armadas. En medio de este caso, la gestión de la seguridad bajo el gobierno de Daniel Noboa queda en entredicho.
La investigación del brutal asesinato de Josué, Ismael, Steven y Saúl sigue marcada por inconsistencias y retrasos. La reconstrucción de los hechos, clave para esclarecer el papel de los 16 militares involucrados, ha sido postergada hasta después de las elecciones del 9 de febrero. Según la Fiscalía, aún faltan testimonios cruciales, incluyendo la versión de un alto oficial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) que habría liderado un operativo clave tras la desaparición de los menores.
El coronel en cuestión no compareció el 28 de enero ante la Fiscalía, a pesar de que su nombre aparece repetidamente en los expedientes del caso. Fue él quien, tres días después de la desaparición, organizó una operación de inteligencia en Taura y recuperó prendas de vestir de los menores, en una escena donde solo había personal militar, sin presencia de civiles ni de la Policía. ¿Por qué un alto oficial se involucra en la escena sin coordinar con las autoridades? ¿Por qué la ropa de los menores llegó a sus familias antes del hallazgo de los cuerpos?
Un gobierno en crisis de seguridad
Este caso, que ha estremecido a Ecuador, no es un hecho aislado. Refleja una crisis más profunda en la seguridad nacional y la incapacidad del gobierno de Daniel Noboa para garantizar justicia y orden en el país.
Fuerzas del Estado sin control: La implicación de militares en desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales es alarmante. Noboa, que prometió firmeza en la lucha contra el crimen, enfrenta una creciente militarización de la seguridad sin protocolos claros ni supervisión adecuada.
Retrasos y negligencias en justicia: La dilación en la toma de testimonios y la falta de transparencia en la investigación muestran la debilidad institucional. El aplazamiento de la reconstrucción de los hechos hasta después de las elecciones genera sospechas sobre una estrategia para diluir la presión mediática.
Impunidad y miedo: Mientras el gobierno intenta proyectar una imagen de fuerza ante el crimen organizado, casos como el de 'Los Cuatro de Guayaquil' exponen la otra cara de la moneda: víctimas sin protección, familias desamparadas y una población que desconfía de sus propias fuerzas de seguridad.
El asesinato de estos niños y la falta de respuestas claras sobre la responsabilidad de los militares en su desaparición ponen en jaque al gobierno de Noboa. La pregunta es: ¿podrá ofrecer seguridad real a los ciudadanos o solo discursos sin resultados?
