Ecuador enfrenta apagones récord mientras promesas de reducción quedan en el aire

Ante una profunda crisis eléctrica y tras un fallido intento de reducción, los apagones ahora se extienden hasta 14 horas diarias en el país, afectando a millones de ecuatorianos y generando un clima de descontento e incertidumbre.

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Camila Lazo

10/28/20242 min read

La crisis energética en Ecuador se intensifica, y el gobierno del presidente Daniel Noboa ha anunciado que los cortes de electricidad aumentarán de 8 a 14 horas diarias. Inés Manzano, ministra encargada de Energía y Minas, informó la noche del jueves que esta decisión “dolorosa pero responsable” busca enfrentar la situación crítica en el suministro eléctrico, principalmente afectada por la disminución de los caudales en las hidroeléctricas Mazar y Coca Codo Sinclair.

Este anuncio se produce apenas días después de que Noboa se comprometiera a reducir progresivamente los apagones a 8, 6 y 4 horas diarias. Sin embargo, la gravedad de la crisis y la incapacidad de las principales centrales eléctricas para suplir la demanda han dejado al país con la necesidad de aumentar los cortes de energía. Manzano precisó que el nuevo esquema de racionamiento será evaluado el próximo domingo, cuando el Comité Asesor Permanente en Energía, integrado por representantes de sectores público y privado, revise la situación y considere ajustes.

Además de los problemas de caudales, Manzano explicó que el país enfrenta dificultades por el deterioro del parque generador y la falta de energía de respaldo. La suspensión de las importaciones eléctricas desde Colombia ha agravado la situación, mientras el Gobierno intenta adquirir nuevas fuentes de energía para aliviar la demanda interna.

La crisis, que se originó en septiembre tras una falla en una subestación eléctrica, se ha agudizado en las últimas semanas con la entrada del fenómeno de El Niño, que ha reducido los niveles de agua en los embalses del país. Este aumento en los apagones ha generado fuertes críticas hacia el gobierno, que algunos consideran actuó tardíamente ante una situación conocida desde el año 2023.

Mientras el descontento crece en la población, el sector empresarial también ha manifestado preocupación por las pérdidas económicas y el impacto en la productividad. La crisis eléctrica ha obligado al Gobierno a ajustar las jornadas laborales y educativas, afectando especialmente a los sectores más vulnerables del país, quienes deberán afrontar los efectos de esta medida extrema hasta que se alcance una solución de fondo.