Errores en manejo de alertas de emergencia en Ecuador resultan en entierros de víctimas en Alausí; sobrevivientes narran el deslave como un terremoto
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Entre 2022 y 2023 hubo cuatro declaratorias de alerta amarilla, tres de ellas en la provincia de Chimborazo, específicamente en el cantón Alausí, donde un fatal deslizamiento de tierra ya ha causado siete muertos.
La falta de medidas preventivas, sumada a las condiciones climáticas, está provocando nuevamente pérdidas humanas en el Ecuador. El 19 de febrero de 2023, la Secretaría de Gestión de Riesgos declaró alerta amarilla para las comunidades de Aypug y Causal, así como para cinco colonias de Alausí, debido a un estudio de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) que identificó una zona de 247 hectáreas como “susceptibles a movimientos en masa como deslizamientos y sumideros en las comunidades”.
Sin embargo, el 26 de marzo de 2023 ocurrió la tragedia esperada cuando la montaña se derrumbó, causando grandes daños. La comunidad había alertado sobre el peligro y la alerta amarilla no evitó el desastre. La falta de sistemas de raíces para mantener la estabilidad del suelo y la inclinación del terreno son factores que contribuyen a los deslizamientos de tierra en Ecuador.
Aunque algunas familias evacuaron, otras no lo hicieron, destacando la falta de educación y capacitación de la comunidad en cuanto a las medidas preventivas.
La cifra de muertos, que originalmente se informó en 16, luego se corrigió a siete, y todavía hay 46 desaparecidos y 500 afectados. Ecuador es propenso a los desastres naturales, según el Índice Global de Riesgo INFORM, y se ubica como el tercer país más vulnerable de América Latina y el Caribe.