El creciente drama legal de Trump amenaza con llevar a Estados Unidos al borde de un precipicio histórico
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El miércoles, el limbo legal de Donald Trump parecía volverse aún más precario debido a las investigaciones que enfrenta. La posibilidad de su candidatura a la Casa Blanca en 2024 haría aún más incendiario este giro histórico, equivalente a la mayor prueba de estrés hasta la fecha de las instituciones legales y gubernamentales estadounidenses y su frágil unidad.
Trump no solo enfrenta una vulnerabilidad potencialmente criminal, sino que los nuevos desarrollos en múltiples frentes sugieren que podría ser acusado en varias investigaciones separadas que aparentemente avanzan en un crescendo largamente demorado de posible responsabilidad.
Un creciente alboroto partidista liderado por los republicanos de la Cámara parece diseñado para desdibujar los hechos, distraer la atención de la evidencia y alimentar la afirmación de Trump de que es víctima de una vendetta política sin fin.
Trump, que niega haber actuado mal, aún no ha sido acusado en ninguno de los casos, y no hay certeza de que lo sea. Sin embargo, el patrón de los últimos días parece mostrar que las nubes legales a su alrededor se están oscureciendo.
El miércoles, sus problemas se intensificaron cuando un tribunal de apelaciones dictaminó que el abogado defensor de Trump, Evan Corcoran, debe testificar ante un jurado en el caso relacionado con documentos clasificados que Trump hurgó en su resort de Mar-a-Lago. Esta decisión, que llegó con una velocidad sorprendente y frustró las típicas tácticas dilatorias de Trump durante meses, fue significativa porque el Departamento de Justicia tuvo que convencer al tribunal de que había pruebas suficientes para demostrar que Trump cometió un delito para romper la convención de privilegio abogado-cliente.
Este desarrollo ocurrió con todos los ojos puestos en Nueva York luego de que esta semana se dispararan las expectativas de que Trump pronto podría enfrentar cargos en un caso separado que surge de un supuesto plan para pagar dinero para silenciar a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels en un caso antes de las elecciones de 2016. La intriga se alimentó después de que el gran jurado en el asunto no se reuniera el miércoles.