Bancos centrales compran oro al ritmo más rápido en 80 años: ¿Por qué?
INTERNACIONALES


El año pasado, los bancos centrales de diversos países incrementaron sus reservas de oro a niveles no vistos desde 1950, según informó el Consejo Mundial del Oro. Esta tendencia continúa en 2023, ya que muchos bancos centrales buscan disminuir su dependencia del dólar estadounidense y diversificar sus activos de reserva.
Tras la invasión de Rusia a Ucrania, se ha producido una sacudida en el orden global, llevando a las autoridades financieras a liderar un cambio hacia una menor dependencia del dólar. Aunque los analistas señalan que no se espera una transformación radical en el corto plazo, la adquisición acelerada de oro por parte de los bancos centrales no ha pasado desapercibida.
Grandes economías como China, India y Brasil, entre otras, están comprando oro a un ritmo acelerado para reemplazar los dólares en sus reservas. Algunos analistas consideran que esta tendencia se inició incluso antes de la invasión a Ucrania, pero señalan que las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia durante el conflicto jugaron un papel clave.
Las sanciones y la posibilidad de futuras medidas restrictivas han incentivado a los bancos centrales de todo el mundo a aumentar sus tenencias de oro, ya que este metal precioso se considera una reserva de valor en tiempos turbulentos y no está sujeto a la influencia de ningún emisor o gobierno.
La economía global parece estar avanzando hacia un mundo multipolar, y esto se refleja en la disminución de la participación del dólar en las reservas oficiales de divisas. Hace dos décadas, el dólar representaba alrededor del 70% de las reservas, mientras que en la actualidad se sitúa en el 58%.
La necesidad de diversificación de los bancos centrales se ha intensificado debido a la depreciación de las tenencias de letras del Tesoro de Estados Unidos, ocasionada por el aumento de los tipos de interés implementado por la Reserva Federal. Esta situación ha impulsado la búsqueda de activos alternativos al dólar, como el oro.
Aunque los bancos centrales continúan adquiriendo oro como una declaración política frente al dominio del dólar estadounidense, el dólar seguirá siendo la moneda dominante para los pagos internacionales. Sin embargo, se espera que las compras de oro por parte de los bancos centrales se mantengan sólidas en un mundo cada vez más multipolar, aunque es poco probable que se repita el récord establecido el año pasado.
A pesar de los desafíos que enfrenta el dominio del dólar, como el ascenso del euro y del yuan, así como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, se estima que el dólar mantendrá su hegemonía durante la próxima década, siempre y cuando Estados Unidos pueda mantener mercados financieros libres y una tasa de inflación estable.