Desenmascarando las causas: Las 10 claves del declive político del presidente Guillermo Lasso en Ecuador
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En casi dos años de gestión, el presidente Guillermo Lasso ha experimentado un distanciamiento de la mayoría de los sectores sociales y políticos en Ecuador, mientras su estructura partidista se ha debilitado y las crisis se han multiplicado. Estos factores han llevado al actual mandatario a enfrentar un segundo intento de destitución antes de cumplir la mitad de su periodo, evidenciando el debilitamiento político tanto del Ejecutivo como del Legislativo.
A pesar de haber llegado al poder con un respaldo electoral del 52%, la falta de una estructura partidista sólida y las decisiones gubernamentales tomadas en los primeros dos años han minado la popularidad del oficialismo. Actualmente, apenas cuatro de cada 10 ecuatorianos esperan que Lasso complete su mandato.
Desde el inicio de su gobierno, Lasso ha sido incapaz de mantener alianzas con diferentes sectores políticos y sociales, a pesar de haber prometido ajustes en su plan de gobierno y haber abierto los brazos a propuestas diversas. Estos desencuentros se han manifestado en las relaciones con el Partido Social Cristiano (PSC), el movimiento indígena, las centrales sindicales, el sector empresarial, entre otros.
Además, el gobierno de Lasso ha enfrentado problemas en la eficiencia de los servicios públicos, especialmente en la emisión de documentos ciudadanos y en el sistema de salud. El manejo comunicacional también ha sido deficiente, con cambios en la Secretaría de Comunicación y dificultades para transmitir de manera efectiva los logros del gobierno.
La inversión social, a pesar de ser destacada por el Ejecutivo en entrevistas, ha sido percibida como imperceptible por la ciudadanía, lo que ha generado descontento y demandas en sectores como salud, educación, inclusión social y vialidad. Por otro lado, el movimiento político Creo, del cual Lasso es miembro, ha experimentado una disminución en su representación y una falta de cuadros políticos sólidos.
El gabinete ministerial también ha presentado dificultades, con problemas para encontrar ministros en varias carteras y denuncias de corrupción en el círculo cercano al presidente. Además, el país ha enfrentado una espiral de violencia, con crisis carcelarias, aumento de la violencia en las calles y un incremento en la inseguridad ciudadana.
Finalmente, las denuncias de supuesta corrupción en las empresas públicas y entre los allegados a Lasso han sido utilizadas como argumento para intentar destituirlo en el Legislativo. A pesar de no contar con pruebas suficientes, estas denuncias han contribuido a debilitar aún más la posición del presidente.
En conclusión, el presidente Guillermo Lasso ha experimentado un declive político en Ecuador debido a su alejamiento de sectores sociales y políticos, el debilitamiento de su estructura partidista y la gestión de crisis múltiples. Estos factores han llevado al intento de destitución en la Asamblea Nacional y han generado un escenario político complicado para el actual mandatario.