Pachakutik amenaza con separar a asambleístas que no respalden juicio político y se enfrenta a divisiones internas después de elecciones.
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Las divisiones en el seno del movimiento indígena ecuatoriano son cada vez más evidentes. A pesar de los intentos de la dirigencia por desmentir los rumores de una creciente división en la estructura del movimiento indígena, las facciones se hacen más visibles tras unas cuestionadas elecciones internas. Pachakutik ha ganado fuerza política tras los paros de octubre de 2019 y de junio de 2022, pero puertas adentro los problemas aumentan.
Las desavenencias se centran en quién tendrá la última palabra frente a las decisiones partidistas de Pachakutik, y el objetivo final, sin importar el bando, es llegar a Carondelet. Las facciones más evidentes ahora son la que respalda a Marlon Santi y su gestión, y la más radical que prefiere tomar el bando de la Conaie, dirigida por Leonidas Iza.
La bancada de Pachakutik ha demostrado ya en varias ocasiones que no es orgánica, y la decisión de cada uno de los 27 asambleístas de PK puede ser otra. Las lealtades de los asambleístas han ido cambiando, y la amenaza de aplicar la justicia indígena a los asambleístas que irrespeten las “decisiones colectivas” o “de las bases” ha venido desde las facciones más radicales.
El 29 de abril, Pachakutik intentó elegir a su nuevo coordinador nacional, pero el congreso se dio en medio de un conflicto interno y de la denuncia de falta de garantías para la votación. El actual coordinador, Marlon Santi, y sus colaboradores abandonaron el evento y anunciaron que las elecciones internas se repetirían en otra fecha. Los problemas y denuncias no impidieron que los demás asistentes continuaran con el proceso electoral, en el cual resultó electo el candidato de la Conaie, Guillermo Churuchumbi, que tuvo el respaldo de Leonidas Iza y buscaba “recuperar” Pachakutik.
Mientras tanto, pese a las celebraciones de ciertas facciones del movimiento indígena, Santi seguirá siendo el coordinador nacional hasta que la posesión del vencedor sea avalada por el CNE. La situación dentro del movimiento indígena es cada vez más tensa, y las próximas decisiones que deben tomar los asambleístas de PK serán determinantes para el futuro político del movimiento.