Segundo apagón masivo en Ambato deja pérdidas millonarias y pone en riesgo miles de empleos industriales

Desde el martes 12 de noviembre, el Parque Industrial de Ambato, que alberga a más de 100 empresas, enfrentó su segundo apagón de 64 horas en menos de dos meses. Esta interrupción eléctrica, que se espera concluya a las 09:00 del viernes 15, ha generado pérdidas significativas y ha puesto en jaque la estabilidad laboral de miles de trabajadores en Tungurahua.

Con una facturación mensual de USD 400 millones, el sector industrial de la región depende de un suministro energético estable para sostener su productividad. Sin embargo, la interrupción ha dejado a muchas empresas, como la Curtiduría Promepell, operando de forma irregular. Su gerente, César Gavilánez, señaló que la falta de suministro los mantiene “trabajando a ciegas” y que las medidas de contingencia, como operar el fin de semana, apenas logran mitigar el impacto de la crisis.

Un impacto en cadena para la economía de Tungurahua

El presidente de la Cámara de Industria y Producción de Tungurahua, Jorge Valenzuela, advirtió que la situación se ha convertido en un “efecto dominó” que afecta no solo a las empresas, sino también a sus trabajadores, quienes enfrentan el riesgo de no recibir sus salarios debido a la parálisis productiva. Valenzuela explicó: “Si no podemos producir, la gente tampoco podrá cobrar. Esto golpea a toda la economía local, y la situación es cada vez más insostenible”.

Algunas empresas han implementado generadores y alternativas energéticas para mantener sus operaciones, mientras que otras han tenido que otorgar vacaciones forzadas a sus empleados. Según Valenzuela, las pérdidas acumuladas en comparación con 2023 ya ascienden al 35%, y la Cámara insta al Gobierno a tomar acciones urgentes, proponiendo tanto campañas de ahorro energético como alivios tributarios para las empresas afectadas.

Llamado a soluciones sostenibles

Con el 10% del consumo energético nacional concentrado en el sector industrial de Tungurahua, la situación no muestra señales de mejora en el corto plazo. Valenzuela señaló que “el suministro irregular genera una incertidumbre sin precedentes, dificulta la planificación empresarial y pone en riesgo miles de empleos”, e instó a las autoridades a considerar la implementación de soluciones estructurales para garantizar un abastecimiento energético confiable que permita la estabilidad de las operaciones industriales y el sustento de los trabajadores.

Mientras la incertidumbre persiste, el sector industrial de Ambato permanece en espera de una respuesta del Gobierno, que permita afrontar el desafío energético y preservar la economía de la región.