Tensión política en Guayaquil: Aquiles Álvarez denuncia al ministro de Gobierno por expresiones deshonrosas

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, presentó una denuncia penal contra el ministro de Gobierno, José de la Gasca, tras ser señalado con términos ofensivos en medio de una disputa política con el Ejecutivo.

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Jennifer Calle C

3/18/20251 min read

La relación entre el Gobierno de Daniel Noboa y el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, sigue escalando en tensión. Ahora, el burgomaestre ha iniciado una acción legal contra el ministro de Gobierno, José de la Gasca, acusándolo de proferir expresiones que atentan contra su honor y dignidad.

La denuncia, presentada el 19 de marzo en Quito, responde a declaraciones de De la Gasca, quien, al referirse a Álvarez en un medio de comunicación, lo llamó "Rataquiles", en un contexto donde el alcalde ha sido vinculado al caso Triple A por la Fiscalía General del Estado.

Una disputa política con tintes personales

La pugna entre el alcalde y el Gobierno central ha tenido varios episodios, pero este último roza lo personal. No solo se trata del insulto público, sino también de otras acciones del Ejecutivo, como la reciente presentación de la "Ley Talón de Aquiles", una iniciativa legislativa promovida por el propio De la Gasca, cuyo nombre parece una referencia directa al burgomaestre.

Si bien el Gobierno ha argumentado que su único interés es luchar contra la corrupción, la situación deja en evidencia un enfrentamiento que va más allá de lo institucional y que ahora se traslada a los tribunales.

¿Un límite cruzado en la política?

Álvarez también ha extendido su denuncia contra el Secretario de Integridad Pública, José Julio Neira, alegando que sus declaraciones han sido descalificadoras y ofensivas. Estas acciones generan un debate sobre los límites del discurso político y la responsabilidad de los funcionarios públicos en sus expresiones.

Con este nuevo capítulo, la confrontación entre la administración municipal de Guayaquil y el Ejecutivo suma un punto crítico, en el que se pone en juego no solo la reputación de los involucrados, sino también la estabilidad política en un momento de alta tensión en el país.